Las Médulas es un entorno paisajístico español formado por una antigua explotación minera de oro romana situado en las inmediaciones de la localidad homónima, en la comarca de El Bierzo, provincia de León, comunidad autónoma de Castilla y León. Está considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio romano.1
El trabajo de ingeniería realizado para la extracción del mineral supuso la alteración del medio ambiente pero dio como resultado un paisaje de arenas rojizas, cubierto actualmente de vegetación de castaños y robles. Se considera un "paisaje cultural" y tiene la denominación de "Parque Cultural".
Este entorno fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996, en atención a su interés arqueológico, y Monumento Natural en 2002. En 1997 fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
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Seguimos con la ruta, desde Peñalba de Santiago hasta las Médulas, 43,1 kilometro, pero antes pasamos a ver los restos del poblado metalúrgico de Orellan.
Y el Lago de Caracedo, muy bien preparado con su descampado solárium, chiringuito y aparcamiento, como si fuera un día de playa, nos gusto mucho.
Después de esta corta visita, nos adentramos en el extraño paisaje rojizo de las Médulas, probaremos suerte a ver si se han dejado algo de oro los Romanos, no se si encontraremos, pero buscar lo vamos a buscar por todas partes.
Primero echamos un vistazo desde el mirador para examinar y ver el terreno por el que íbamos a comenzar la búsqueda.
Mira, parece que allí brilla algo. Anda, ves aquella cueva, vamos a ver si se encontramos algo dentro.
No sera muy peligroso, parece que esta muy oscuro, bajito y estrecho, ir vosotros delante, yo os sigo, vale, eres un cagueta.
Que mala suerte... no hay nada, alguno llego antes que nosotros y se llevo el oro, tendremos que ir a otro sitio a buscar. En marcha.
Que haces ahora, para que te paras que no estamos de excursión, como lo encuentre yo no te doy nada.
Habéis visto algo por ahí abajo, mirar bien, por aquí no encuentro nada, el camino esta difícil, voy a intentar descender.
De cachondeo, ahora que yo bajo, tu subes, no hay quien se aclare, vamos que nos quedamos sin oro.
Miara allí parece que hay otra cueva corre, pero ten cuidado que te la pegas, Dora, Dora, Dora la exploradora.
Y dale que te pego con pararse a ver los arbolitos, que no hay nada, no busques más ahí.
Subimos a aquella montaña parece que brilla... calla y vayámonos ya, hemos llegado demasiado tarde, ya no queda nada han arrasado con todo el oro.
Y nos fuimos como habíamos venido, pero la experiencia fue genial, os lo aconsejo, ir a verlo, y si encontráis algo de oro, va a medias, para eso os lo digo yo. Creo que hay alguna ruta más, podéis probar .
Suerte con la aventura.
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