2º DÍA, BRUJAS.
Después del día intenso en Bruselas, el madrugar costo un poco, pero no creáis, sobre las 9 h, ya estábamos en la estación. Da igual cual sea vuestra ubicación, solo tenéis que coger el metro y bajaros en la parada, Gare Centrale, estación central y buscar las taquillas del tren para comprar el billete a Brujas, que se pronuncia algo así, Brussh, creo que hay unos letreros con el dibujo del tren. Por suerte la taquillera se defendía con el español, nos indico la vía y la dirección que llevaba el tren, Knnoke - Blankenberge, recomiendo que compréis billete de ida y vuelta, sale bastante más económico, 14,40 por persona, además puedes dar fecha de regreso, por si quieres quedarte algún día más, o se te escapa el tren, que espero no os pase, el trayecto es de 1 hora más o menos, el tren es cómodo y además no notas casi el movimiento, es un rato en el que podemos aprovechar para repasar la ruta o disfrutar del paisaje.
Al llegar fuera de la estación hay unas paradas de bus y taquillas, pedir billete para el centro, creo que cogimos el 14, aunque casi la mayoría de ellos iba, otra vez por suerte la taquillera sabía español, 10 puntos para ellos, precio del billete 1,20, un poco carillo para tres paradas, un poco largas eso si, se agradecía, nos esperaba otro día de caminata. Os dejo un pequeño mapa de Brujas de un libro que compramos.
Después del día intenso en Bruselas, el madrugar costo un poco, pero no creáis, sobre las 9 h, ya estábamos en la estación. Da igual cual sea vuestra ubicación, solo tenéis que coger el metro y bajaros en la parada, Gare Centrale, estación central y buscar las taquillas del tren para comprar el billete a Brujas, que se pronuncia algo así, Brussh, creo que hay unos letreros con el dibujo del tren. Por suerte la taquillera se defendía con el español, nos indico la vía y la dirección que llevaba el tren, Knnoke - Blankenberge, recomiendo que compréis billete de ida y vuelta, sale bastante más económico, 14,40 por persona, además puedes dar fecha de regreso, por si quieres quedarte algún día más, o se te escapa el tren, que espero no os pase, el trayecto es de 1 hora más o menos, el tren es cómodo y además no notas casi el movimiento, es un rato en el que podemos aprovechar para repasar la ruta o disfrutar del paisaje.
Al llegar fuera de la estación hay unas paradas de bus y taquillas, pedir billete para el centro, creo que cogimos el 14, aunque casi la mayoría de ellos iba, otra vez por suerte la taquillera sabía español, 10 puntos para ellos, precio del billete 1,20, un poco carillo para tres paradas, un poco largas eso si, se agradecía, nos esperaba otro día de caminata. Os dejo un pequeño mapa de Brujas de un libro que compramos.
Despúes de hacer algunas fotos y entramos para ver la torre desde la parte interior, nos dirigimos a la segunda plaza.
Burg, es la segunda plaza más importante, a cual más bonita de las dos.
Sobre todo no os olvidéis de entrar a la Basílica de la Santa Sangre, del siglo XII, situada en el fortín (Burg) en ella se guarda la reliquia de la Santa sangre de Jesucristo, me dejo pasmado, la vi diferente a todas las que había visto hasta entonces en mis viajes, puede que muchos no opinéis lo mismo, yo me quede enamorado de ella.
También podemos ver el Stadhuis, el Ayuntamiento, data del siglo XIV.
Las tiendas es una de las sorpresas que os vais a encontrar en Brujas, las hay de todas clases, Navidad, muy llamativa aun en época veraniega, eso si, los precios de cualquier muñequito o conjunto no es apto para cualquier bolsillo. Las de chuches y mazapanes no puedes entrar y salir de vacio, todo apetece, todas muy limpias ordenadas y llamativas.
Y no hablemos de las de chocolates, todas clases, sabores y formas, como podemos ver también de lo mas sexys, el que salga de Brujas sin probar o comprar chocolate, se ha dejado algo por hacer.
Un consejo, si pasáis por esta tienda, y no podéis aguantar la tentación de comprar unas magdalenas, si os lo podéis permitir, primero entrar y sentaros en una de sus mesas a comeros una acompañada de un café con leche si os gusta, no os vaya a pasar lo que a nosotros. Las miramos y escuchamos como nos decían, llévame contigo, no pudimos aguantar la tentación, compramos una caja de cuatro magdalenas, 12 €, 3€ cada una, todas diferentes, muy bonitas, para nuestros hijos, pero, cuando paramos a comer en el restaurante me di cuenta que la caja estaba de lado, imaginaros como estaban las pobres, comimos doble postre y fue la merienda acompañadas con unas cervecitas. Si os apetece llevaros unas de estas de recuerdo o para alguien, esperar hasta que vayan a cerrar y aseguraros de no darles muchos meneos. Y ya que hablamos de tiendas , os informo que el horario de cierre de estas es temprano, aquí en Barcelona, estamos acostumbrados a ver tiendas abiertas hasta muy tarde, en Bruselas y Brujas, todas cierran sobre las siete, si no has comprado lo que querías, olvídate mañana sera otro día. 
Paseando habrá un momento en que no sabremos si estamos en Brujas o en Venecia, Muelle del Rosario. Nos encontraremos con sus canales, si queréis podéis disfrutar de un agradable paseo en barca por ellos, nosotros nos dejamos alguna cosa por ver y hacer, esta fue una de ellas. Todo hay que decirlo, el agua tiene un color marrón verdoso no muy acorde con el maravilloso paisaje que nos ofrece Brujas.
No pensar en coger el Bus, todo a patita si no queréis perderos plazas y callejuelas que son dignas de ver y pasar por ellas. Guiándonos con el mapa encontramos la casa Gruuthuse, detrás de la iglesia de Nuestra Señora, Impresionante mansión que perteneció a una de las familias más ricas de la época medieval. Familia que se hizo muy rica y poderosa gracias a que tenían el monopolio de la mezcla con que se hacía la cerveza. Hoy en día es el museo arqueológico de la ciudad.
La iglesia de Nuestra Señora, O. L. Vrowekerk, fue la primera en construirse y data de 875, dentro además de su majestuosa capilla podemos ver a María y el niño de Miguel Angel Buonarotti, como en muchos otros sitios aprovechan la visita de los turistas y cobran una entrada por verla.
Se acercaba la hora de comer, pero antes teníamos un objetivo que cumplir, Minnewater, el Lago del Amor, un parque donde podremos disfrutar de un pequeño paseo por sus puentes o simplemente sentarse en su césped a ver como los cisnes y patos cuidan de sus pequeñines, esperando que el Amor que desprende todo el entorno entre en nosotros.
También podemos ver dentro de este recinto una pequeña iglesia Gótica y el museo con la historia y tradiciones de estas Beatas, todo este recorrido por respeto hay que hacerlo en silencio, intentando no romper la Paz que habita en el.
Creo que ya hemos tocado el tema de las comidas, de todas formas os lo recuerdo. Tanto las Comidas como cenas se hacen pronto, de 1 o 2 h las comidas y la cena sobre 20 o 21 h, no mas tarde, ya no encontraréis comida en restaurantes. Los menús rondan los 15 y 18 € de mínima y la bebida a parte, pero un día es un día, hay que probar la gastronomía, para poder opinar.
En el mismo Lago del Amor encontramos este restaurante por 15 € el menú y aprovechamos para reponer fuerzas. A parte de algunos platos típicos como la ternera a la cerveza, podemos degustar la famosa cazuela de mejillones con patatas fritas, la verdad es que al verlos me quedo con los de Galicia, los probamos cocinados de otra manera y estaban ricos, gracias a la salsa, la verdad es que todo estuvo bien, poca cantidad pero sabroso. Un comentario para los cafeteros, en la mayoría de sitios el café es más caro que en Barcelona, se llega a doblar el precio o más, en realidad todas las bebidas, pero este, como podéis ver en la foto, no lo sirven en tacita mini con dos dedos de café, taza es de café con leche y casi hasta arriba. La primera vez que me sirvieron uno pensé que sería aguachirri, pero me sorprendió mucho, sabor intenso y muy rico, acompañado de su galletita y tarrina de leche, los cafeteros podréis disfrutar del momento.
Os dejo la cuenta para que os hagáis una idea, no es que sea excesiva, ya que este era uno de los más económicos, respecto a lugar y calidad. Maes Pils, cerveza y Coca cola 2,85 cada una, Menú, 14,95 y expreso, 2,95, un total de 38,55 €
Después de comer para hacer la digestión y bajar la comida decidimos dirigirnos en busca de la Zona de Kruisvest, Paseo de los molinos, el paseo nos lo dimos nosotros vaya caminata, pero valió la pena pasear y ver sus calles, igesias y antiguo mercado del pescado, en uno de sus lados rodeado por un mercadillo de artesanía, un paseo muy tranquilo.
No busquéis estos molinos en el mapa que os he dejado, están fuera de los limites, Minnewaterpark a la derecha abajo y teníamos que dirigirnos a Molenmers en la esquina izquierda arriba. Lo que hicimos fue buscar la ruta en maps google, desde Mark, pasando por Burg, Hoogstraat, Langestraat, Vlaanderen Fietsroute / Carretera 5 y Kruisvest, si estáis por alguna calle de estas os recomiendo que os acerquéis a verlos, no esperar a estar por la zona del lago, esta esta muy lejos, os ahorrareis una buena caminata.
Por fin los Molinos, nos encontramos con una gran extensión verde bordeado por un paseo y un gran canal , alzados sobre unas pequeñas montañas esperando que el aire acaricie sus aspas. Dicen que hay cuatro Molinos de viento, nosotros solo vimos tres, me imagino que el otro estaría algo más alejado, solo uno de estos esta en su ubicación original, funciona y puede ser visitado, el Sint-Janshuismolen, después de la caminata lo encontramos cerrado, no se si fue por ser sábado o por la hora, pero aun no eran las 17 h, que mala suerte, todos los demás fueron reconstruidos y colocados en este parque con posterioridad. El paseo que los rodea al lado del canal es la ruta del ciclista de Flandes, desde Brujas hasta Thorn (Holanda), si nos fiamos y seguimos buscando molinos, nos vamos hasta Holanda.
De vuelta pasamos por otro sin fin de calles y plazas, Plaza de los curtidores al lado del mercado de pescados de antes, el Callejón del asno ciego, estas y otras muchas más las podréis ver en el pase de fotos al final de la página.
Bélgica es la patria por excelencia de la cerveza, la cantidad de variedades son incontables y cada una de ellas se bebe en un vaso diferente sus sabores y aromas las hacen diferentes, todo un mundo. Por eso al pasear por sus calles nos encontramos con muchas tiendas, El templo de la cerveza, Het Bierpaleis, donde comprar cervezas de toda clase de marcas marcas y todo lo relacionado con estas.
De Halve Maan, La Media Luna, (El Templo de la cerveza), Antes de esta grata y ansiada parada ya habíamos visitado y comprado un recuerdo, que por cierto, esta esperando ser abierta esta berbena, una gran botella, como la de champan, pero de cerveza, marca de la casa. La historia de la fábrica es del siglo XVI, pero desde 1856 es propiedad de la familia Maes, hay una visita guiada, pero una de las curiosidades es el mostrador que hay en la tienda, esta hecho con las cajas antiguas de cerveza, muy original.
Que mejor podíamos hacer después del largo camino a pleno sol, sentarnos y tomar un par de cervezas frescas. Sobre todo hay que mirar bien la carta, no solo por el precio, veis esa cerveza negra que hay en la mesa, es una Straffe Hendrik, Brugs Quadrupel Bier, 33 cl. Alc. 11% vol., casi tres veces el alcohol de una cerveza normal, una caña, eso si, amarga y fuerte como ninguna, la disfrutamos tanto, se nos nota la cara de alegría y satisfacción, nos trajimos una para recordar el momento, ya solo nos queda la botella vacía de recuerdo, que pena.
I Love Brujas
La iglesia de Nuestra Señora, O. L. Vrowekerk, fue la primera en construirse y data de 875, dentro además de su majestuosa capilla podemos ver a María y el niño de Miguel Angel Buonarotti, como en muchos otros sitios aprovechan la visita de los turistas y cobran una entrada por verla.
Se acercaba la hora de comer, pero antes teníamos un objetivo que cumplir, Minnewater, el Lago del Amor, un parque donde podremos disfrutar de un pequeño paseo por sus puentes o simplemente sentarse en su césped a ver como los cisnes y patos cuidan de sus pequeñines, esperando que el Amor que desprende todo el entorno entre en nosotros.
Ya que Begijnhof o Beaterio, se encuentra al lado de el lago nos acercamos a verlo. Es un recinto rodeado de casitas blancas con un jardín central, fundado por Margarita de Constantinopla, en estas casas vivían mujeres Beatas, viudas y solteras, como si fueran monjas, se ganaban la vida bordando o cuidando enfermos.
También podemos ver dentro de este recinto una pequeña iglesia Gótica y el museo con la historia y tradiciones de estas Beatas, todo este recorrido por respeto hay que hacerlo en silencio, intentando no romper la Paz que habita en el.
En el mismo Lago del Amor encontramos este restaurante por 15 € el menú y aprovechamos para reponer fuerzas. A parte de algunos platos típicos como la ternera a la cerveza, podemos degustar la famosa cazuela de mejillones con patatas fritas, la verdad es que al verlos me quedo con los de Galicia, los probamos cocinados de otra manera y estaban ricos, gracias a la salsa, la verdad es que todo estuvo bien, poca cantidad pero sabroso. Un comentario para los cafeteros, en la mayoría de sitios el café es más caro que en Barcelona, se llega a doblar el precio o más, en realidad todas las bebidas, pero este, como podéis ver en la foto, no lo sirven en tacita mini con dos dedos de café, taza es de café con leche y casi hasta arriba. La primera vez que me sirvieron uno pensé que sería aguachirri, pero me sorprendió mucho, sabor intenso y muy rico, acompañado de su galletita y tarrina de leche, los cafeteros podréis disfrutar del momento. 
Os dejo la cuenta para que os hagáis una idea, no es que sea excesiva, ya que este era uno de los más económicos, respecto a lugar y calidad. Maes Pils, cerveza y Coca cola 2,85 cada una, Menú, 14,95 y expreso, 2,95, un total de 38,55 € 
Por fin los Molinos, nos encontramos con una gran extensión verde bordeado por un paseo y un gran canal , alzados sobre unas pequeñas montañas esperando que el aire acaricie sus aspas. Dicen que hay cuatro Molinos de viento, nosotros solo vimos tres, me imagino que el otro estaría algo más alejado, solo uno de estos esta en su ubicación original, funciona y puede ser visitado, el Sint-Janshuismolen, después de la caminata lo encontramos cerrado, no se si fue por ser sábado o por la hora, pero aun no eran las 17 h, que mala suerte, todos los demás fueron reconstruidos y colocados en este parque con posterioridad. El paseo que los rodea al lado del canal es la ruta del ciclista de Flandes, desde Brujas hasta Thorn (Holanda), si nos fiamos y seguimos buscando molinos, nos vamos hasta Holanda.
De vuelta pasamos por otro sin fin de calles y plazas, Plaza de los curtidores al lado del mercado de pescados de antes, el Callejón del asno ciego, estas y otras muchas más las podréis ver en el pase de fotos al final de la página.
Si entráis en este callejón con esta gran estantería de cervezas, creo que es un bar con una terraza, el 2b Mood Drinking, buscad el lavabo y entrad, eso si, como en casi todos los aseos de cualquier restaurante o bacateria, pagando un módico precio por utilizar su servicio, que rabia, cada vez que tenias ganas de hacer un pipi a pagar, 50 cts o más según el sitio, al final se pondrá de moda en todas las ciudades. si tienes un poco de cara en este te lo puedes ahorrar, no tiene a nadie para cobrar, en la puerta hay una maquina para pagar, puedes esperar a que salga una de las personas que hay dentro y entrar, solo es un comentario.
La curiosidad de este es que el lavamanos es una autentica pecera, por donde ves pasear a los pececillos mientras te aseas, otro invento de algun encaprichado diseñador.
De Halve Maan, La Media Luna, (El Templo de la cerveza), Antes de esta grata y ansiada parada ya habíamos visitado y comprado un recuerdo, que por cierto, esta esperando ser abierta esta berbena, una gran botella, como la de champan, pero de cerveza, marca de la casa. La historia de la fábrica es del siglo XVI, pero desde 1856 es propiedad de la familia Maes, hay una visita guiada, pero una de las curiosidades es el mostrador que hay en la tienda, esta hecho con las cajas antiguas de cerveza, muy original.
Que mejor podíamos hacer después del largo camino a pleno sol, sentarnos y tomar un par de cervezas frescas. Sobre todo hay que mirar bien la carta, no solo por el precio, veis esa cerveza negra que hay en la mesa, es una Straffe Hendrik, Brugs Quadrupel Bier, 33 cl. Alc. 11% vol., casi tres veces el alcohol de una cerveza normal, una caña, eso si, amarga y fuerte como ninguna, la disfrutamos tanto, se nos nota la cara de alegría y satisfacción, nos trajimos una para recordar el momento, ya solo nos queda la botella vacía de recuerdo, que pena.
I Love Brujas
3er día Bruselas
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