Tras la parada anterior en el Ventano del diablo, llegamos a nuestro destino "final" de esta ruta, Cuenca.
Ya eran las dos del medio día, hora de comer, no había problema llevábamos la dirección de un restaurante que aconsejaban en Internet. No nos costo encontrarlo, pero, siempre hay un pero, estaba cerrado, decidimos aparcar el coche y buscar uno a pie. Lo que no olvidaremos serán las calles del casco antiguo, no se por donde nos metimos, pero tuvimos que parar al intentar salir de una calle, yo pensaba que no cabía el coche, un motorista nos pito un poco enfadado, valla impaciencia, para que pasarmos, baje la ventanilla y le dije que no cabíamos, el nos aseguro que si y se fue, recogimos el retrovisor derecho, el izquierdo no, lo tenemos roto pegado con cinta adhesiva, pasamos a muy pocos centímetros de la pared, sudando, por suerte encontramos un sitio en una pequeña plaza.
Andamos de arriba a bajo mirando restaurantes y precios, al final nos decidimos por uno que hay subiendo por la carretera antes de llegar a la plaza, no recuerdo el nombre, mirare a ver si tengo la cuenta, para poner su nombre, comimos muy bien por un meno a precio bastante bien.
Como podéis ver el ambiente es muy bonito, mezclando estilos. Nos atendieron bien y la comida estaba buena, no gran cantidad, pero la suficiente para coger fuerzas y empezar la visita por Cuenca, nos quedaba toda la tarde para conocerla. Hasta el lavabo se mereció una foto.
Lo primero que hicimos, fue acercarnos a la plaza central pasando por debajo de los arcos del ayuntamiento, enseguida nos encontramos en una plaza con algunos restaurantes y a su derecha la catedral de Santa María y San Julian.
Por unas callejuelas a la derecha de esta, lugo a la derecha, después a la izquierda, cuando pasas una, mejor preguntar, al final dimos con el puente y las casas colgantes.
La vista que hay desde el puente es genial, mires donde mires, caminos para pasear por el lado, casas en las rocas, montañas, huertos, una bonita imagen, estas fotos lo dicen todo.
Pasamos al otro lado por el puente de San Pablo, algunos con algo más miedo o respeto a la altura que otros. A este lado nos encontramos con el Parador, antiguo convento de San Pablo del siglo XVI, lo podéis ver en unas fotos más arriba y frente a el las casas colgantes, una bonita estampa para una foto de recuerdo.
Decidimos seguir nuestra visita volviendo y demostrar el valor de algunos pasando de nuevo por el puente, dejando la visita del Parador y sus alrededores, que me imagino sería tan interesante y bonitos como lo que vimos a continuación.
Para continuar nuestra visita seguimos por el lado derecho que bordea el casco histórico de Cuenca.
El paseo es muy agradable y muy chulo el encontrarse con pequeñas y estrechas callejuelas, pasar por pasadizos que están gracias a la unión de dos casas habitadas por personas de la misma familia, esto lo hicieron para no tener que salir a la calle para verse. Algunos de estos pasadizos son muy curiosos, fachadas muy arregladas y pintadas con pequeños balcones y en la calle terrazas con bares o restaurantes con preciosas vistas, otros con antiguas o envejecidas bigas de madera y bonitos arcos de piedra, sobre todo la que más nos sorprendió fue el que se encuentra en la calle Julian Romero, Cristo del Pasadizo, en el que se encuentra dentro de este, como bien dice el nombre, el Cristo, encima de una pared central, recomiendo no dejar de pasar por este antes de irse.
En varios momentos del paseo tenemos la posibilidad de asomarnos a ver de nuevo las vistas de lo que dejamos atrás, como el Puente, las casas colgantes y sus maravillosas vistas, también podemos hacer una bonita foto desde otra perspectiva a el Parador y todo lo que lo rodea.
Al "final" de este paseo nos encontramos en la calle Trabuco con las ruinas del antiguo Castillo, es una pena que quede tan pocos restos de la muralla y torres, para ver estas pasamos por debajo del arco de Bezudo del siglo XVI, antigua puerta de la entrada a la ciudad amurallada. Declarada por la Unesco patrimonio de la humanidad en 1996. Por lo que puedo leer al buscar información en esta página, que recomiendo entréis, para visitar cualquier lugar, http://www.minube.com, subiendo un poco más arriba al llamado cerro de las antenas se puede ver un tanque de la Guerra Civil. Por esta misma carretera llegamos al antiguo cementerio donde se pueden ver una mujer y un niño emparedados, aunque no es muy seguro que dejen visitarlo.
Esta zona de cuenca también es muy bonita, podemos entrar y ver la iglesia de San Pedro, como podéis ver en la imagen, perfectamente conservada. Solo nos acercamos a una tienda de antiguos juguetes de madera, la cual vimos desde fuera, ya que aun nos quedaba el camino de vuelta y algunas cosas más que ver, había que aprovechar la tarde.
Esta zona de cuenca también es muy bonita, podemos entrar y ver la iglesia de San Pedro, como podéis ver en la imagen, perfectamente conservada. Solo nos acercamos a una tienda de antiguos juguetes de madera, la cual vimos desde fuera, ya que aun nos quedaba el camino de vuelta y algunas cosas más que ver, había que aprovechar la tarde.
No se si otro camino hubiera sido más interesante, pero este es el que nos indicaron en el mapa en la información turística, la verdad es que fue mucho más rápida, además era de bajada. Seguimos tal y como nos lo dijeron, bordeando el lado derecho de cuenca, por el camino casi en todo momento asomados a vacío, por los miradores, encontramos un desvío a la derecha que bajaba, casi nos da por cambiar el rumbo, parecía interesante tomar ese camino, pero no estábamos para arriesgarnos y perder tiempo.
Ya a la altura del ayuntamiento cogimos otras calles dejando los balcones, para adentrarnos otra vez al casco antiguo y completar la visita. Podemos pasear por la calle Alfonso VIII, aprovechando para hacer unas bonitas fotos a las fachadas por el original colorido de los edificios, o acercarnos hasta la Plaza de la Merced para poder contemplar la maravillosa fachada del Seminario Conciliar, siglo XVIII, También el Museo de las Ciencias, Calle Severo Catalina, Calle de Armas o Calle San Miguel, todas tienen algo interesante que ofrecernos.
Sin olvidarnos ya que estamos cerca, ir a ver la Torre de Mangana, que actualmente su función es la de reloj municipal, la cual esta en el mismo sitio donde se encontraba antiguamente situado el Alcázar en la época Árabe de Cuenca. La torre que hoy conocemos, data del siglo XVI, restaurada por última vez en 1.968. Desde el mirador de su plaza podemos disfrutar de otras impresionantes vistas de Cuenca.
Ya para finalizar la visita, de vuelta al coche nos paramos para entrar y conocer el túnel de Alfonso VIII, que además de tener varias finalidades, como bodega para vinos y alimentos o rutas de comunicación entre edificios, este se utilizo como vías de escape y refugio antiaéreo en la guerra civil de 1.936.-1.939. Un laberinto de pasadizos y galerías donde podemos ver los gruesos muros de protección y las troneras defensivas frente a las puertas de entrada. Si no has tenido la oportunidad de ver ningun refugio esta es tu oportunidad, otra curiosidad más de la ciudad.
Con mucha pena, pero eso si, sin antes pasar por una de sus tiendas de artesanía y comprar un recuerdo para colocarlo en la pared del patio, pared donde están todos los recuerdos que hemos ido trayendo de todas nuestras salidas, alguno de estos nos lo han regalado y no hemos estado. Un país, una ciudad, un pueblo, unas ruinas, un río, una montaña, un paisaje, una comida, un aroma, un sabor, unas risas, calles perdidos sin saber donde ir, todos esos momentos y sensaciones son las vividas, las que nos acompañaran siempre, nuestro paso por Cuenca ha sido uno de estos momentos difíciles de olvidar.
TODAS LAS FOTOS AQUÍ
Como podéis ver en las imágenes arriba a la derecha nueva salida, próxima entrada en el blog, LONDRES
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